Cultura


Si una empresa no tiene alma, no vale la pena el tratar de vivir en ella. No es hacer negocio simplemente, sino el tratar de crear algo valioso, algo de lo que podamos sentirnos orgullosos, algo que tenga trascendencia. La empresa ha de estar centrada en el ser humano y mujeres de dentro y fuera de la empresa; debe estar orientada a hacer el bien y a que nos vaya bien. En cada ser humano hay un enorme potencial de cosas útiles, de cosas bellas, de cosas buenas. A todos nos toca pugnar para que ese potencial se haga una realidad, y se enriquezca.

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